El día que el tiburón y el león se vieron

hojas verdes El día que el tiburón y el león se vieron

El león llegó al pequeño acantilado buscando refrescarse. El sol estaba que derretía las piedras. Usualmente la sabana no era tan calurosa hoy parecía que hasta las hojas de la grama estaban sudando. El león se acercó a la orilla del pequeñopeñasco recostándose con una pata colgando sobre el agua. Chapoteaba la superficie para salpicarse levemente y así lograr refrescarse. Después continuó jugando con el mar calmado cortando momentáneamente el agua con su garra. Cuatro surcos se formaban claramente con el paso de las afiladas uñas sobre el agua.

En el agua el tiburón sintió el sabor a sangre que se diluía en el mar proveniente de las garras del león. Sangre de su más reciente presa. El chapoteo del león llamó aún más la atención del tiburón, quien circuló un par de veces el área para tratar de medir a su presa. La aleta dorsal y las garras tenían el mismo efecto en el agua, formaban surcos momentáneamente. El tiburón no entendía que animal marino podría tener tales garras. La posición postrada del león impedía al tiburón que midiera a su contrincante. El tiburón decidió saltar y salir del agua para poder ver bien el tamaño del animal chapoteaba. Al caer de regresó al agua el tiburón salpicó al león mojándole su melena.

—¿Quién ha hozado empapar al león, el rey de los animales?— Preguntó mostrando los dientes con ferocidad.

—Yo, el tiburón, el rey de los océanos—. Respondió con la misma intensidad en el gruñido.

—Ningún animal se atreve a retarme de esa manera.

—Es porque no te has enfrentado al rey de los océanos.

La disputa sobre quien era el rey de reyes era inminente. Ambas fieras exudaban machismo en torrentes.

—No permitiré que te burles de mí de esa manera—. Dijo el león disponiéndose a saltar en defensa de su orgullo.

—Es hora de que te enfrentes a un verdadero contrincante—. Contestó el tiburón mientras daba vueltas impacientemente en el agua dispuesto a combatir por su honor.

Las fieras se vieron ojo a ojo y ambas reaccionaron en el mismo instante. El león saltó hacia el agua y el tiburón saltó hacia la tierra. A medio brinco las dos fieras acertaron una herida a su contrincante, pero eso no fue lo que los mató. El tiburón cayó sobre el peñasco quedándose varado en él. Mientras que león cayó en el agua, hundiéndose sin remedio.


Sobre «El día que el tiburón y el león se vieron»

Esta pequeña fábula, la he perdido varias veces, la vuelvo a recordar con mucho agrado y la vuelvo a escribir. El título «El día que el tiburón y el león se vieron» da la pista hacia donde se dirige esta fabula.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

Si quieres descargar Hojarasca, el chapbook de Febrero pincha aquí.

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