Después de la tormenta, parte 2

Después de la tormenta, parte 2

La hormiga no logró avanzar mucho cuando las gotas de agua empezaron a caer. Las gotas eran 10 veces su tamaño y al caer en suelo se fragmentaban en gotitas más pequeñas que dolían al ser recibidas en el exoesqueleto. La tremenda dificultad con la que avanzó uno pocos centímetros le hizo cambiar de planes. Era hora de pensar en su sobrevivencia. Rodriga se reuniría con su colonia después de la tormenta.

 

Su primera guarida fue en el envés de una hoja de chile pimiento. Junto a Rodriga la hormiga, Fito el mosquito, esperaban el paso de la tormenta. Los dos estaban afianzados con sus garras a las venas de la hoja.

 

—No parece que la tormenta va a terminar pronto.

 

—Tienes razón, vamos a estar aquí un largo tiempo.

 

Mientras intercambiaban estas palabras el tallo de la planta empezó a doblegarse, castigada por la lluvia constante. El suelo se empezaba a convertir en lodo. Con cada gota que caía sobre la planta, esta se doblaba más, pronto la hoja que los protegía llegaría al suelo.

 

—Es hora de irse— dijo Fito el mosquito y se fue a buscar otro refugio.

 

Después de la partida del mosquito, Rodriga brincó hacia una rama que cayó cerca de ella. La hormiga pensaba utilizar la rama como puente para alcanzar el limonar, un arbusto más fornido que por estar en la esquina estaba un poco más protegido del viento.

 

Al pasar por la rama la Rodriga la hormiga se vio asechada por hojas caidas que zumbaba a diestra y siniestra por encima de ella. Esta no era una tormenta normal.

 

En el nido, el agua empieza a acumularse en el suelo. La formación de charcos indica que el suelo esta saturado. A Rodriga le pesa el corazón porque sabe que lo que sus hermanas están sufriendo. Las que puede están sacando las huevos y llevándolos a lugares más altos. Otras tratan de tomar pedazos de su hongo alimenticio y llevarlo a lugares más secos. Muchas morirán ahogadas. Otras perecerán soterradas. Algunas más sobrevivirán creando una burbuja de aire de la cual podrán respirar hasta que el nivel del agua baje. No saber que hormigas sobreviven o que hormigas fallesen le aprieta el abdomen a Rodriga.


 

Sobre «Después de la tormenta»

A Rodriga la hormiga le toca intentar sobrevivir una tormenta. Mientras espera que pase la tormenta solo se puede imaginar por lo que están pasando el resto de hormigas en su colonia.

Pueden ver las otras entregas de esta historia cuando salgan publicadas en estos enlaces

Después de la tormenta, parte 7 y final

Después de la tormenta, parte 7 y final A Rodriga le tomó poco tiempo llegar a donde estaba ubicado el ...

Después de la tormenta, parte 6

Después de la tormenta, parte 6 Empezaba a obscurecer cuando Rodriga llegó al pilar donde Rosa la babosa vio por ...

Después de la tormenta, parte 5

Después de la tormenta, parte 5 Rodriga la hormiga se sentía un poco mejor. La plática con Olga la oruga ...

Después de la tormenta, parte 4

Después de la tormenta, parte 4 Rodriga la hormiga no tenía un plan, se sentía desolada, no sabía por donde ...

Después de la tormenta, parte 3

Después de la tormenta, parte 3 Para cuando la lluvia terminó la hormiga ya estaba encaminada a casa o al ...

Después de la tormenta, parte 2

Después de la tormenta, parte 2 La hormiga no logró avanzar mucho cuando las gotas de agua empezaron a caer ...

Después de la tormenta, parte 1

Después de la tormenta La hormiga Rodriga salió a buscar comida temprano en la mañana. Cada hormiga del nido tenía ...

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

Si quieres descargar Hojarasca, el chapbook de Febrero pincha aquí.

También te puede subscribir a mi boletín para que recibas los chapbooks en tu email.