Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa – opción tres
Un sketch teátrico politi-gio-coso (léase político-religioso-herético).
Escena: Esta es una conversación que sucedió durante la sobremesa del almuerzo, un domingo en familia. En la mesa empieza don Jorge y luego se le unen, Lucrecia, y Marco Antonio. Doña Marta esta en la cocina entra al final.
Don Jorge: Es el papá de Lucrecia y es un empresario con un punto de vista políticamente y religiosamente conservador.
Lucrecia: Es una estudiante de tercer año de medicina en la universidad pública y esta empezando a ver el mundo bajo otros ojos, aunque todavía tolera ciertas opiniones de su papá.
Marco Antonio: Es el novio de Lucrecia es también estudiante de medicina sin una ideología política definida o creencia religioso, pasa por un período de escepticismo filosófico.
Doña Marta: Es la esposa de don Jorge y madre de Lucrecia, ella entra y sale del comedor recogiendo los platos y al final con el postre y tazas para café.
Don Jorge: (Grita a la cocina llamando a la familia) Ya dejen allí que Marta se encargará después.
Marco Antonio y Lucrecia entran al comedor de la cocina y caminan hacia sus lugares en la mesa.
Lucrecia: No tenías porque ponerte a lavar los platos.
Marco Antonio: Bien que sí. Si yo no ayudé a preparar el almuerzo lo mínimo que puedo hacer ayudar a lavar los platos.
Lucrecia lo vio con ojos angelicales y le tomó del antebrazo.
Don Jorge: A ver Marco Antonio, cuéntame que especialización vas a seguir.
Marco Antonio: Yo estoy pensando en pediatría.
Don Jorge: Ya veo. Serás de los doctores que quie…
Lucrecia interrumpe a su padre tratando de prevenir su comentario inapropiado.
Lucrecia: ¿Papi, sabes por quién vas a votar?
Lucrecia se da cuenta de lo que acaba de preguntar e inmediatamente se arrepiente de la frase que acaba de salir de su boca.
Don Jorge: Sí. La decisión fue fácil de tomar. Votaré por la señora López de Ríos ella es la única opción viable.
Marco Antonio: Veo que es usted un señor de fe, el crucifijo en la pared me lo dice.
Lucrecia toma de nuevo el antebrazo a Marco Antonio, para solicitarle que no continuara con ese tema de conversación.
Don Jorge: (Con orgullo) Así es. Soy cristiano; bautizado y confirmado. Ávido lector de la biblia.
Marco Antonio: Ya veo. Entonces los diez mandamientos son importantes para usted.
Don Jorge: (Explica como si fuera profesor instruyendo a su estudiante) El decálogo es uno de los pilares de mi creencia. Son mencionados en el nuevo y el viejo testamento. En el viejo aparecen en Deuteronomio, del capítulo 5 al 7, y en el Éxodo en el capítulo 34. Además, en el nuevo testamento aparecen en los libros Mateo, capítulos 10, 12 y 19; y en el Romanos capítulo 13. Y se pude inferir que hablan de los 10 mandamientos en los libros Romanos 2, Santiago 3, y Jeremías 31.
Marco Antonio: Sí claro. (Con entusiasmo inocente) Me gusta mucho el versículo 21 del capítulo 19 del libro de Mateo.
Voz fuera de escena lee el versículo: ―Mateo 19:21― Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Marco Antonio: Creo que ese versículo no es muy leído desde el ambón. Lo siento contradictorio a las propuestas de López de Ríos. En particular la idea de restablecer al pena de muerte en Guatemala. No encaja contra el mandamiento: “no mataras”.
Don Jorge: (Explica como un fanático del futbol explica los errores de su equipo en el partido del domingo) Pero es que ella no se refiere a matar por matar. Se refiere a modificar la ley y que se les castigue hasta que ya no puedan a las personas que han sido juzgadas como culpables de haber cometido un crimen.
Lucrecia: (Frustrada) Con permiso.
Lucrecia se levanta de la mesa sin decir nada y se dirige a la cocina.
Marco Antonio: (Explica como si explicara un plan a ejecutar) El cambiar la ley con la intención de venganza es un pecado mortal, ya que la acción de venganza es pecado mortal. También son pecado mortales el simple hecho de desear la venganza y la ira. Dante Alighieri lo describe la ira de una manera muy elocuente: «el amor a la justicia pervertido por la venganza y el resentimiento».
Don Jorge: (Se toma la cabeza con la dos manos como si le empezara a doler) Espera un momento me estas causando una disonancia cognitiva.
Los actores se quedan quietos a media acción. Se baja la intensidad de la iluminación poco a poco hasta que el escenario esta completamente oscuro. Al centro del escenario aparece doña Marta y un foco la ilumina. Doña Marta: La disonancia cognitiva tiene tres posibles conclusiones. Una opción es negar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree. Otra opción es aceptar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree, pero continuar viviendo igual que antes por costumbre. Y la última opción aceptar la realidad. A continuación se presentan las tres conclusiones posibles de esta historia.
Final 3
Don Jorge: (Con cargo de consciencia) Cada día dudo más y más sobre mi religión. Repetidas veces siento que causa más mal que bien. Sus arcaicas posturas, el machismo en su actuar y su conflictividad ante otros puntos de vista, me tiene cansado. Creo que debo empezar a creer más en la evolución pero no quiero dejar de creer en mi religión.
Marco Antonio: (Como si fuera maestro a media clase) Parece que esa última frase están los problemas. Para empezar en la evolución no se cree, la evolución se entiende o no se entiende. No es un dogma de fe ni tampoco es una ideología. La evolución es una construcción racional, la cual a sido puesta a prueba repetidas veces a través del método científico. Esto no significa que tiene las respuestas para todo o que no hay puntos que aun se están debatiendo, cómo lo es el rol del cromosoma «Y» y por qué esta desapareciendo. Preguntas muy importantes para individuos del sexo masculino de muchas especies de mamíferos incluyendo los humanos. Por lo tanto, usted puede continuar creyendo en su religión a la manera que más le plazca y al mismo tiempo puede entender cuales son los postulados de la teoría de la evolución, ambas afirmaciones no se excluyen mutuamente.
Don Jorge: (Todavía con duda) Eso no ayuda a dar certeza a nada.
Marco Antonio: (Afirmativo) Muy pocas cosas dan certeza. Una cosa si se que es cierta es Romanos 13:10
Voz Fuera de escena lee «El amor es no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor».
Don Jorge: (Con alegría) Exactamente. Eso mero es lo que es.
Doña Marta y Lucrecia entran al comedor cargando el azafate con el café y el postre. Continúan la platica de sobremesa con temas menos antagónicos.
Sobre «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa»
Una disonancia cognitiva, en breve, sucede cuando la manera de entender la realidad de una persona no concuerda con la realidad. Hay tres opciones posibles que el individuo toma al encontrarse ante la disonancia cognitiva. Una negación del punto de vista diferente. Un entendimiento del punto de vista opuesto a la percepción realidad, pero continúa actuando como si nada pasara. Por último, la aceptación de la nueva manera de entender la realidad. Un ejemplo de una disonancia cognitiva es la reacción de los niños al enterarse de la verdad sobre Santa Claus.
En el sketch teátrico «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» utilizó la disonancia cognitiva como un recurso literario que busca la convivencia de puntos de vistas opuestos.
Las otras versiones de «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» las puedes encontrar en estos enlaces después de su publicación: opción uno y opción dos.
Sobre la serie «Historias sin futuro»
Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.
Si quieres descargar Hojarasca, el chapbook de Febrero pincha aquí.
También te puede subscribir a mi boletín para que recibas los chapbooks en tu email.