La visita inesperada, parte 4
El capitán se acercó a su computadora y buscó en el navegador la noticia del día mencionado. Hizo una búsqueda dentro de la página y el indicador le marcó un número par. —Ahora mire la noticia principal del 15 de febrero del mismo año. El presidente De León Carpio sale de viaje sorpresivamente. Lo mismo va a encontrar para las publicaciones de Vinicio Cerezo, Óscar Berge, y Álvaro Colom.
—Le estoy empezando a creer lo que usted me ha dicho. Aunque todo puede ser una casualidad, sería demasiando difícil de que ustedes mantuvieran un control por todo estos años en las líneas editoriales de varios periódicos sin levantar sospecha. Que le crea no es lo importante, lo importante es saber que riesgo se corre con este mensaje que descifró. Usted dice que medio leyó en código de la radioactividad, entonces lo que procede es leer el código completo. ¿Aún tiene el libro?
Esa pregunta me congeló la mente. No había logrado definir si el capitán era de confianza o no. Lo que sabía hasta el momento era que él me logró reconocer por mi participación en una obra de teatro hace años. Su reacción ante la existencia de «los próceres» me parece acertada. No le importó si era verdad o no lo importante para él era determinar el nivel de riesgo de la radioactividad. —Sí. Lo tengo. Aquí debajo de mi camisa—. Era de esperar el capitán se avispara y pusiera la mano sobre su pistola. La cual quitó después de ver que si estaba sacando un libro debajo de mi camisa. Me acerque a él y le mostré como funcionaba el código. Juntos buscamos descifrar el código completo.
—¿Cuénteme más sobre cómo Pingüino 34 le salvó la vida?
—La primera vez fue en el parque cuando yo me di cuenta del código. Tres hombres estaba vigilando lo que yo hacía. Decidí echarme a correr cuando vi que uno de ellos tenía una pistola encubierta por una chaqueta.
—¿Puede reconocer a alguno de los tres tipos? ¿Tenían alguna marca distintiva?
—Los tres usaban una pin de la bandera de los Estados Unidos en el pecho de lado derecho. Fue así como identifique que ellos estaban juntos. Además, uno de ellos, el de la pistola, tenía un tatuaje en el lóbulo de la oreja izquierda.
—¿Una estrella? Como de este tamaño, completamente negra.
—Sí. Me parece que estamos hablando del mismo tatuaje.
—Nos acaba de llegar el reporte del robo de un camión. El sospechoso es un individuo con la misma descripción. Deme un minuto. Siga usted con le código. Voy a ver si no han salido a recuperar el camión. ¡Awal! —gritó el capitán desde la puerta de su oficina.
Sobre «La visita inesperada»
Mientras descifran el código oculto Mateo y el capitán se dan cuenta que tienen a un enemigo en común.
Pasen a leer las otras entradas del thriller. El orden es la esquina, la capucha, el parqueo y el protagonista…
Material radioactivo parte 3, final
Material radioactivo parte 2
El material radioactivo, parte 1
La visita inesperada, parte 5
La visita inesperada, parte 4
La visita inesperada, parte 3
La visita inesperada, parte 2
La visita inesperada, parte 1
El protagonista, la historia de su origen
El parqueo
Sobre la serie «Historias sin futuro»
Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.
Si quieres descargar Hojarasca, el chapbook de Febrero pincha aquí.
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