Colonizados

una pared de ladrillo

Colonizados

Fui recibido con un «Good Morning» muy británico, inesperado. Respondí con el mismo «Good morning» pero con dos pizcas de «r» extra. Por estar en la costa atlántica inmediatamente la ubique como miembro del Mancomunidad, no una miembro muy afanada. Su camisa indicaban su rebeldía hacia la autoridad, la carátula del álbum «God save the queen» de los Sex Pistols. Un grupo de música punk en inglés con una línea anarquista en sus canciones.

—Your accent— preguntó —Is it Latin American?

—Sí, from Guatemala.

­—Pura vida mae. Primer Chapín que conozco en estos rumbos.

El combo «mae-pura vida» me agarró por sorpresa.

—Que tuanis, yo soy de Limón, Costa Rica —dijo con el acento Tico que estaba acostumbrado a escuchar. Después de el intercambio de frases introductorias me animé a preguntarle por el acento inglés del inicio y ella me dijo: —Los gringos todavía se sienten colonizados, se creen que el acento y la cultura británico es superior a ellos. Entonces lo utilizo para no me jalen una torta por ser latina y si preguntan les digo que aprendí mi inglés de un británico, lo cual no es mentira.


Sobre «Colonizados»

Encontrar un acento inglés fue inesperado, la rareza del acento en el área me invitó a imaginar esta historia. Donde ejemplifico la idea la mentalidad de los colonizados.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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Indicaciones del doctor

dos roble reflejados como si fueran espejo

Indicaciones del doctor

—Aló. Jorge.

—Aló tío. ¿Cómo esta?

—Oye, todavía tienes esa bicicleta que querías vender.

—Sí tío. ¿La quiere? Se la regalo. Viera que me esta haciendo la vida cuadritos. En el corredor de mi apartamento ya no cabe otra bicicleta.

—No, pero te la compró.

—Tío. Me esta haciendo un favor con usarla. ¿Es para que la use usted?

—Sí. Son indicaciones del doctor. Me mandó a hacer ejercicio. Dice que tengo que bajar de peso, que eso me ayudará con los problemas de la espalda y de la rodilla. Y me recomendó la bicicleta porque el impacto en las rodillas es casi nulo.

—A que bien que esta dispuesto a ejercitarse. Ya va ver que después de una semana de hacer ejercicio empezará a sentir los beneficios.

2 semanas más tarde el tío le deja un mensaje de teléfono.

Hola Jorge solo te llamaba para preguntarte que es el cacharro que esta prendido en tu bicicleta.

Más tarde por mensaje de texto Jorge le contesta a su tío.

Es una mini computadora que se conecta con su teléfono para darle la información de la velocidad, distancia, inclinación y le puede programar rutinas de entrenamiento. Necesita esta aplicación en su teléfono – Ejercitron 2.0 –

4 semanas más tarde. Jorge recibe un mensaje de texto de su mamá.

 

Jorge– tú tío se accidento en bicicleta. Esta en el hospital Sagrado Corazón. Habitación 349. Ve a visitarlo si puedes.

En el hospital.

—¿Tío que le pasó?

—Ay Mijo. Disculpa lo de tu bicicleta.

—De eso no se preocupe tío lo importante es que usted esta bien.

—Bien voy a estar después de que me quiten este cabestrillo.

—¿La clavícula?

—Sí.

—No se preocupe mucho esa rotura solo duele cuando lo mueve. A mi ya me pasó.

—Ja, ja, ayyy.

—No le dije pues. Que solo duele cuando la mueve. ¿Y cómo quedo el otro?

—Qué otro. El put… hoyo se me atravesó. Iba a media ruta de mi rutina, cuando decidí chequear el teléfono para ver mi nivel cardíaco y allí estoy pendejeando con el teléfono y que se me va la llanta en el hoyo y yo salgo volando por encima de la bicicleta. Y aquí estoy maldiciendo al doctor que me recomendó hacer ejercicio. «Si sigue las indicaciones del doctor, evitara el hospital» dijo el tío en tono burlón. Así fue lo que me dijo el doctor condenado.

—Pues sí. Si usted no hubiera ido trasteando el teléfono, todavía estaría bajando de peso. Ahora como mínimo son 4 semanas de reposo. ¿No?

—Ay no, cuatro semanas con esto encima. Hoy si, ya me fregué.


Sobre «Las indicaciones del doctor»

Esta es una pequeña historia sobre las consecuencias de nuestras acciones. Y como estas tienes efectos secundarios que van contra las indicaciones del doctor.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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El suéter

almendras

El suéter

Destapé la caja mientras seguía parado en la silla, quería cerciorarme que tenía la caja correcta. Me habían mandado a bajar la caja de las moñas para regalo, las que guardábamos cada vez que recibíamos un regalo en la familia. Nuestra familia es grande, lo que hacía esta caja se mantenía en constante flujo, moñas entraban y salían constantemente. La caja que abrí no era la caja de las moñas. Era una caja con ropa fuera de temporada. Encima encontré par de gorros de invierno y una bufanda. Estaba apunto de cerrar la caja y regresarla a su lugar cuando debajo de la bufanda vi algo color café almendra. El color muy peculiar, me hizo recordar una imagen mental de mi mamá usando un suéter del mismo color café. Lo raro de esta imagen era que yo no recordaba el lugar donde yo estaba cuando vi a mi mamá con ese suéter. Me bajé de la silla, sosteniendo la caja de ropa invernal. Saqué el suéter y se lo llevé a mi mamá.

—¿Mamá y este suéter?

—¡Ay mijo! Lo que venís a desempolvar. No uso ese suéter desde que nos venimos de Quetzaltenango.

—¿Por qué te recuerdo usando este suéter? Tu estabas parada en frente a un puerta con marco amarillo.

—Las puertas de la casa donde vivíamos cuando tu naciste tenía marcos amarillos. Nosotros nos mudamos para aquí cuando tu tenías unos 7 meses.

—Hmm—. Por un momento me quede pensando si era posible que hubiera tenido una memoria de cuando yo tenía 7 meses de edad.

—Oye. ¿Y la moña que te pedí?


 

Sobre «El suéter»

La memoria no siempre da los resultados que queremos, o esperamos, o verdaderos, o fieles, o muchas cosas más. Lo que si nos dan es ese sentimiento de bienestar cuando recuerdas algún momento grato. La memoria de un suéter color almendra no sé si es real o inventada pero es una de las primeras que tengo.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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Mi primer fósil

foto de una hoja de roble sobre un suelo barroso que esta agrietado de lo seco

Mi primer fósil

 

Encontré mi primer fósil en el agua. Suena raro, pero así fue. El fósil no estaba flotando, estaba sumergido en las orillas del lago Michigan. Ya sé que te estas preguntando: ¿Cómo es posible que un hueso haya logrado resistir estar sumergido bajo el agua por tanto tiempo como para fosilizarse? Pues, este no es el fósil de un hueso. Existen fósiles de otras estructuras que no son hueso, por ejemplo hay fósiles de hojas, insólito no. También existen fósiles de caracoles. El fósil que yo encontré es una colonia de coral, en la región donde la encontré les llaman piedras de Petoskey. Al parecer estos fósiles no son endémicos a la región, también se encuentran en Europa y Asia.

Cuando vi el fósil, no lo reconocí como tal inmediatamente, parecía una caparazón de tortuga con un patrón de hexágonos. Me emocioné al ver la supuesta caparazón de tortuga. Le puse un poco más de atención y me di cuenta que no tenía los agujeros para las patas o la cabeza. Recogí lo que parecía ser una piedra que conforme se iba secando el patrón de hexágonos iba desapareciendo. El agua aumentaba el contraste entre el centro de los hexágonos y sus orillas. En ese momento no tenía idea de lo que estaba sujetando. Cuando se lo mostré a la persona que me acompañaba, me dijo sin ilusión: «Eso es un fósil». Yo estaba que brincaba de la emoción, pero claro, mantuve la compostura.  Reprimí mi niño interior y seguí como si nada hubiera pasado.

 

Desde entonces, solo he encontrado un fósil más. Esta vez un caracol incrustado en una inmensa roca. Y en esta vez si brinqué de la emoción. En esta expedición me acompañaban un amigo y su familia, que incluía a su hijo de 4 años. Parecía que yo estaba más emocionado que el niño, pero voy a excusarlo con decir que él estaba cansado.

 

¿Alguna vez has encontrado un fósil? ¿Cuál fue tu reacción?


Sobre «Mi primer fósil»

Muy pocas veces he escrito relatos centrados en mí. Esta es una de estas raras ocasiones. Cuando encontré estos dos fósiles yo ya no era un niño, pero si que me emocioné. Nunca quise ser paleontólogo pero tener ese fósil en la mano entendí parte de lo chilero que es esta profesión.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

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El plan contra los saqueadores

Una reja con ángulos cuadrados en blanco y negro

El plan contra los saqueadores

La noticia del descubrimiento de pirámides mayas nuevas dio la vuelta al mundo. En realidad, la noticia era sobre la nueva metodología que utilizaba satélites para descubrir estructuras ocultas bajo la densa selva de El Petén. Aunque no era tan nueva ya había sido presentada hace más de 10 años. Recuerdo muy bien cuando esta metodología fue el abrebocas en el XXIV Simposio de Arqueología Mesoamericana, que sucedió en un hotel en la capital de Guatemala.

El enfoque de las noticias en Guatemala incluía anunciar la emisión del episodio de la serie «Exploradores Modernos». Un show donde los domingos narran adelantos significativos del conocimiento humano. En esta ocasión el episodio narraba los hallazgos del estudio que llevaba más de 10 años en curso y el cual había sido patrocinado por «International Geography». Una organización que produce una revista popular y varios programas televisivos, entre de ellos «Exploradores Modernos».

El episodio fue el tema de conversación la mañana siguiente en todas partes de Guatemala. El mayor resultado que presentaban era la extensión que cubría el dominio Maya, mucho más grande que se pensaba. Esto le infló los egos a todos los guatemaltecos, incluyendo a los que nacieron extranjeros y se nacionalizaron. La buena noticia no duro mucho tiempo. Al llegar al miércoles el ministro de cultura anunciaba que dicho ministerio no tenía la capacidad técnica, humana, ni los recursos monetarios para resguardar el patrimonio histórico nacional que fue develado en el programa del domingo pasado. Estas declaraciones desataron una correntada de comentarios en las redes sociales en contra de «International Geography», los investigadores y la ineptitud del ministerio de cultura. Tal fue la presión del público que el presidente citó a los investigadores, a los representantes en Guatemala de «International Geography» y al ministro de cultura, a una reunión para reaccionar ante el problema que recientemente se enteraban.

En la reunión con el presidente, los ejecutivos de «International Geography» y los investigadores les informaron al presidente y al ministro sobre todos los aspectos de la investigación. A parte de avanzar el conocimiento humano en el dominio del territorio Maya precolombino. La investigación tenía un brazo de investigación criminal. Específicamente, se enfocaba en el saqueo de los lugares arqueológicos Mayas. Durante diez años los investigadores habían visitado los sitios más importantes, realizaron hicieron excavaciones diminutas, análogas a cirugías laparoscópicas. Lograron implantar diminutos GPS en algunas piezas y esparcieron en las bóvedas pequeñas dosis de elementos radiactivos los cuales pueden ser detectados desde satélites especializados. La intención de esta investigación criminal era la desarticular de bandas criminales que se dedican a saqueo de sitios, y a la venta de artefactos arqueológicos.

El ministro y el presidente quedaron completamente estupefactos con los avances tecnológicos que les presentaron. Ambos quedaron satisfechos con las explicaciones y con la promesa de repatriación de todos los artefactos Mayas que sean robados y recuperados.

Antes de que se fueran el ministro les preguntó: «¿Y alguien les dio permiso para que hicieran esto?». «Sí», contestó el investigador y sacó una copia del permiso firmado por el presidente y el ministro que ejercían en el 2003, mostrándoselo al presidente. El ministro intentó ver el permiso pero el presidente se lo alejo. El sello rojo en la esquina superior derecha indicaba que permiso estaba designado como un secreto máximo de estado.


Sobre «El plan contra los saqueadores»

Cuanto quisiera que «El plan contra los saqueadores» fuera realidad. Una buena noticia que fue mala pero dejemos lo allí.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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Los jetivos ad, ob y sub

una reja metalica de circulos concentricos colorizada en azul

Los jetivos ad, ob y sub

De profesión soy un fotógrafo periodístico y de por pasión soy fotógrafo artístico. Desde que tomé mi primera foto, un vaso de agua sobre el mantel, mis intenciones como fotógrafo me han jalado en direcciones opuestas. Recuerdo la conversación que tuve en mí mente cuando intentaba tomar la foto, una lado me decía que me enfocara en el vaso medio lleno y medio vacío, representando la necesidad, insatisfecha, de un vaso el agua pura por la mayoría de capitalinos. El otro lado de la conversación interna me indicaba que debía incluir las migas de pan en la escena captada en la foto. Las migas de pan ayudarían a narrar la historia de la fotografía, un vaso de agua después de almuerzo.

Con el tiempo fui aprendiendo a separar mi profesión y mi pasión. Adestré mi mente a ser objetiva o subjetiva durante la tarea. Pero de vez en cuando, en el momento justo, lograba capturar el momento subjetivo a media tarea periodística. Y no creo que lo opuesto me haya sucedido, pero eso terminó el día de hoy.

Mi contacto en el Museo de Arte del Palacio Nacional de la Cultura, me llamó para decirme que necesitaba un «jalón». Lo que era una frase en código para indicarme que algo importante estaba sucediendo a la vecindad del Palacio, la Casa Crema. Lo primero que hice fue ira a revisar que era lo que estaba sucediendo en los restaurantes, cafeterías y tiendas de la sexta avenida. Hice esto por dos razones. La primera, sabía que iba a tomar tiempo descifrar lo que significaba algo importante en esta ocasión. La segunda razón, era mi proyecto artístico que consistía en describir fotográficamente la burocracia. Este proyecto se encontraba en una etapa donde buscaba burócratas refaccionando o almorzando. Buscaba al clásico señor de camisa blanca con la corbata sobre el hombro y su portafolios en el suelo, tomando la sopa; o al burócrata leyendo el periódico, con un café y una champurrada en la mesa.

Encontré lo que buscaba, un señor a media sopa, nítidamente enmarcado por la ventana del restaurante y propiamente iluminado por el reflejo de un parabrisas. Me apresuré a cruzar la calle para lograr esta foto perfecta para mi colección artística. Capturé dos o tres tomas de esta escena y me encontraba analizando las fotos en la pantalla de la cámara digital cuando de la Casa Crema salió tambaleándose el presidente. Inmediatamente apunte la cámara y tomé una cinco fotos. La guardia presidencial estaba ocupada cuidando al presidente que solo se percataron de mi presencia cuando el presidente balbuceó y saludó militarmente hacia la cámara.

Al verles la cara a los individuos del equipo de seguridad decidí echar a correr. Cuando corría no entendí porque se me vino a la mente pensar en la diferencia entre la fotografía subjetiva y la fotografía objetiva.

—Ayuda. Ayuda. Soy periodista—. Gritaba mientras corría. Si no hubiera sido por un grupo de estudiantes de secundaria quienes sacaron sus cámaras para grabar lo que estaba sucediendo. Los estudiantes también le cerraron el paso a los agentes de seguridad después de que yo pasé corriendo en medio de ellos. Yo seguí corriendo lo más rápido que puede.

A un par de cuadras me detuve, mientras recuperaba el aire de la escapada de los gendarmes intercambié el chip a la cámara por otro que no tuviera las fotos del presidente y este lo oculté en el cuello de la camisa. En una bolsa secreta que le pedí a mi tía que cosiera en mis camisas de trabajo. Me terminé escondiendo dentro de un supermercado desde donde pude llamar de emergencia a mi editor en el periódico para que me rescatara de esta situación.

Al entregarle las fotos del presidente a mi editor recordé de lo que había pensado mientras escapaba. A media corrida llegué a entender que la diferencia mínima posible entre lo subjetivo y lo objetivo es un adjetivo, por ejemplo: burócrata y burócrata bolo.


Sobre «Los jetivos ad, ob y sub»

Hace poco estaba pensando que era imposible ser completamente objetivo. Conscientemente no se puede ser objetivo. El mero problema no es lo objetivo, el problema esta en el «conscientemente». Luego, me puse a pensar que era lo mínimo que podríamos usar para diferenciar entre objetivo y subjetivo y allí fue donde surgió adjetivo. El resto ese un cuento.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

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Bebé de la discordia

Bebé de la discordia

Cuando él nació sus padres ya eran felices. Él solo vino a aumentarles su felicidad. La discordia que el niño causó no fue entre sus padres, fue en la pareja de la vecindad. Una pareja joven que empezaban sus vidas profesionales y comenzaban a planificar su futuro.

Los alegatos empezaron a escucharse después de que vieron al niño de la discordia. Lo vieron el primer día después del cuarentena culturalmente impuesta, donde ni el bebé ni la mamá salen de la casa. No sé con exactitud si se alegaban antes de que vieran al niño. Si se alegaban antes no eran tan recios como para ser escuchados desde nuestro apartamento.

Lo que yo lograba escuchar a través de las paredes compartidas incluía frase como: «Todavía no es el tiempo adecuado», «Yo quiero avanzar más en mi carrera», o «Aun me queda tiempo». Estás frase fueron dichas por ella. Las frases que se escuchaban de él incluían: «Pero nuestros padre ya están envejeciendo», «Hay que tenerlos mientras estamos jóvenes», o «Yo trabajaré y tu los cuidas».

Los alegatos que se daban competían con los alaridos del recién nacido de la discordia. Para cuando el niño de la discordia tenía tres meses la pareja de jóvenes ya se había separado. Y al cuarto mes un nuevo inquilino ocupó ese apartamento.

Años más tarde, por coincidencia, vi a cada uno de la pareja en lugares diferentes y en situaciones muy distintas. Primero vi al joven en el parqueo de un centro comercial, trataba de hacer que sus tres hijos entraran al carro y se sentaran en su respectivo asiento de seguridad. Abrocharles los cinturones en sus sillas era una lucha entre titanes. El padre tenía tres contrincantes que berrinchaban simultáneamente. La paciencia que exudaba caía a palanganazos y se evaporaba rápidamente sobre la insistencia de sus hijos. El hijo mayor tendría unos 10 años. A este le seguían dos niñas, una de 7 años y la última de 5 años. El joven se miraba cansado, con esperanza desinflada.

A la joven le vi frente a una escuela esperando a que su hijo, quien venía corriendo a darle un abrazo a su mamá. Ella, al escuchar el llamado de su hijo, de unos cinco años, terminó la llamada del teléfono inmediatamente y lo recibió con un abrazo. Madre e hijo intercambiaron ríos de sonrisas y alegría. Ella se miraba con una compostura controlada y los alaridos de amor de su hijo le encendían una llamarada de ternura en los corazones de cualquier espectador que estuviera presenciando la escena.

Lo único que me quedo pensar fue en el dicho «La vida y sus vueltas».


Sobre «El bebé de la discordia»

Cuando vivía en California mis vecinos se alegaba a cada rato. Yo no entendía lo que se estaban alegando porque lo hacían en otro idioma. Un día en la acera nos juntamos, por casualidad, las tres parejas que vivían en mismo piso, y fue allí cuando conocimos al bebé de la discordia. Esa fue la imagen que generó esta historia.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa – opción tres

mosaico de tres colores, rojo blanco y azul

Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa – opción tres

Un sketch teátrico politi-gio-coso (léase político-religioso-herético).


Escena: Esta es una conversación que sucedió durante la sobremesa del almuerzo, un domingo en familia. En la mesa empieza don Jorge y luego se le unen, Lucrecia, y Marco Antonio. Doña Marta esta en la cocina entra al final.

Don Jorge: Es el papá de Lucrecia y es un empresario con un punto de vista políticamente y religiosamente conservador.

Lucrecia: Es una estudiante de tercer año de medicina en la universidad pública y esta empezando a ver el mundo bajo otros ojos, aunque todavía tolera ciertas opiniones de su papá.

Marco Antonio: Es el novio de Lucrecia es también estudiante de medicina sin una ideología política definida o creencia religioso, pasa por un período de escepticismo filosófico.

Doña Marta: Es la esposa de don Jorge y madre de Lucrecia, ella entra y sale del comedor recogiendo los platos y al final con el postre y tazas para café.

Don Jorge: (Grita a la cocina llamando a la familia) Ya dejen allí que Marta se encargará después.

Marco Antonio y Lucrecia entran al comedor de la cocina y caminan hacia sus lugares en la mesa.

Lucrecia: No tenías porque ponerte a lavar los platos.

Marco Antonio: Bien que sí. Si yo no ayudé a preparar el almuerzo lo mínimo que puedo hacer ayudar a lavar los platos.

Lucrecia lo vio con ojos angelicales y le tomó del antebrazo.

Don Jorge: A ver Marco Antonio, cuéntame que especialización vas a seguir.

Marco Antonio: Yo estoy pensando en pediatría.

Don Jorge: Ya veo. Serás de los doctores que quie…

Lucrecia interrumpe a su padre tratando de prevenir su comentario inapropiado.

Lucrecia: ¿Papi, sabes por quién vas a votar?

Lucrecia se da cuenta de lo que acaba de preguntar e inmediatamente se arrepiente de la frase que acaba de salir de su boca.

Don Jorge: Sí. La decisión fue fácil de tomar. Votaré por la señora López de Ríos ella es la única opción viable.

Marco Antonio: Veo que es usted un señor de fe, el crucifijo en la pared me lo dice.

Lucrecia toma de nuevo el antebrazo a Marco Antonio, para solicitarle que no continuara con ese tema de conversación.

Don Jorge: (Con orgullo) Así es. Soy cristiano; bautizado y confirmado. Ávido lector de la biblia.

Marco Antonio: Ya veo. Entonces los diez mandamientos son importantes para usted.

Don Jorge: (Explica como si fuera profesor instruyendo a su estudiante) El decálogo es uno de los pilares de mi creencia. Son mencionados en el nuevo y el viejo testamento. En el viejo aparecen en Deuteronomio, del capítulo 5 al 7, y en el Éxodo en el capítulo 34. Además, en el nuevo testamento aparecen en los libros Mateo, capítulos 10, 12 y 19; y en el Romanos capítulo 13. Y se pude inferir que hablan de los 10 mandamientos en los libros Romanos 2, Santiago 3, y Jeremías 31.

Marco Antonio: Sí claro. (Con entusiasmo inocente) Me gusta mucho el versículo 21 del capítulo 19 del libro de Mateo.

Voz fuera de escena lee el versículo:­ Mateo 19:21― Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

Marco Antonio: Creo que ese versículo no es muy leído desde el ambón. Lo siento contradictorio a las propuestas de López de Ríos. En particular la idea de restablecer al pena de muerte en Guatemala. No encaja contra el mandamiento: “no mataras”.

Don Jorge: (Explica como un fanático del futbol explica los errores de su equipo en el partido del domingo) Pero es que ella no se refiere a matar por matar. Se refiere a modificar la ley y que se les castigue hasta que ya no puedan a las personas que han sido juzgadas como culpables de haber cometido un crimen.

Lucrecia: (Frustrada) Con permiso.

Lucrecia se levanta de la mesa sin decir nada y se dirige a la cocina.

Marco Antonio: (Explica como si explicara un plan a ejecutar) El cambiar la ley con la intención de venganza es un pecado mortal, ya que la acción de venganza es pecado mortal. También son pecado mortales el simple hecho de desear la venganza y la ira. Dante Alighieri lo describe la ira de una manera muy elocuente: «el amor a la justicia pervertido por la venganza y el resentimiento».

Don Jorge: (Se toma la cabeza con la dos manos como si le empezara a doler) Espera un momento me estas causando una disonancia cognitiva.

Los actores se quedan quietos a media acción. Se baja la intensidad de la iluminación poco a poco hasta que el escenario esta completamente oscuro. Al centro del escenario aparece doña Marta y un foco la ilumina. Doña Marta: La disonancia cognitiva tiene tres posibles conclusiones. Una opción es negar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree. Otra opción es aceptar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree, pero continuar viviendo igual que antes por costumbre. Y la última opción aceptar la realidad. A continuación se presentan las tres conclusiones posibles de esta historia.

Final 3

Don Jorge: (Con cargo de consciencia) Cada día dudo más y más sobre mi religión. Repetidas veces siento que causa más mal que bien. Sus arcaicas posturas, el machismo en su actuar y su conflictividad ante otros puntos de vista, me tiene cansado. Creo que debo empezar a creer más en la evolución pero no quiero dejar de creer en mi religión.

Marco Antonio: (Como si fuera maestro a media clase) Parece que esa última frase están los problemas. Para empezar en la evolución no se cree, la evolución se entiende o no se entiende. No es un dogma de fe ni tampoco es una ideología. La evolución es una construcción racional, la cual a sido puesta a prueba repetidas veces a través del método científico. Esto no significa que tiene las respuestas para todo o que no hay puntos que aun se están debatiendo, cómo lo es el rol del cromosoma «Y» y por qué esta desapareciendo. Preguntas muy importantes para individuos del sexo masculino de muchas especies de mamíferos incluyendo los humanos. Por lo tanto, usted puede continuar creyendo en su religión a la manera que más le plazca y al mismo tiempo puede entender cuales son los postulados de la teoría de la evolución, ambas afirmaciones no se excluyen mutuamente.

Don Jorge: (Todavía con duda) Eso no ayuda a dar certeza a nada.

Marco Antonio: (Afirmativo) Muy pocas cosas dan certeza. Una cosa si se que es cierta es Romanos 13:10

Voz Fuera de escena lee «El amor es no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor».

Don Jorge: (Con alegría) Exactamente. Eso mero es lo que es.

Doña Marta y Lucrecia entran al comedor cargando el azafate con el café y el postre. Continúan la platica de sobremesa con temas menos antagónicos.


Sobre «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa»

Una disonancia cognitiva, en breve, sucede cuando la manera de entender la realidad de una persona no concuerda con la realidad. Hay tres opciones posibles que el individuo toma al encontrarse ante la disonancia cognitiva. Una negación del punto de vista diferente. Un entendimiento del punto de vista opuesto a la percepción realidad, pero continúa actuando como si nada pasara. Por último, la aceptación de la nueva manera de entender la realidad. Un ejemplo de una disonancia cognitiva es la reacción de los niños al enterarse de la verdad sobre Santa Claus.

En el sketch teátrico «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» utilizó la disonancia cognitiva como un recurso literario que busca la convivencia de puntos de vistas opuestos.

Las otras versiones de «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» las puedes encontrar en estos enlaces después de su publicación: opción unoopción dos.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa – opción dos

mosaico de tres colores rojo, blanco y azul Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa – opción dos

Un sketch teátrico politi-gio-coso (léase político-religioso-herético).


Escena: Esta es una conversación que sucedió durante la sobremesa del almuerzo, un domingo en familia. En la mesa empieza don Jorge y luego se le unen, Lucrecia, y Marco Antonio. Doña Marta esta en la cocina entra al final.

Don Jorge: Es el papá de Lucrecia y es un empresario con un punto de vista políticamente y religiosamente conservador.

Lucrecia: Es una estudiante de tercer año de medicina en la universidad pública y esta empezando a ver el mundo bajo otros ojos, aunque todavía tolera ciertas opiniones de su papá.

Marco Antonio: Es el novio de Lucrecia es también estudiante de medicina sin una ideología política definida o creencia religioso, pasa por un período de escepticismo filosófico.

Doña Marta: Es la esposa de don Jorge y madre de Lucrecia, ella entra y sale del comedor recogiendo los platos y al final con el postre y tazas para café.

Don Jorge: (Grita a la cocina llamando a la familia) Ya dejen allí que Marta se encargará después.

Marco Antonio y Lucrecia entran al comedor de la cocina y caminan hacia sus lugares en la mesa.

Lucrecia: No tenías porque ponerte a lavar los platos.

Marco Antonio: Bien que sí. Si yo no ayudé a preparar el almuerzo lo mínimo que puedo hacer ayudar a lavar los platos.

Lucrecia lo vio con ojos angelicales y le tomó del antebrazo.

Don Jorge: A ver Marco Antonio, cuéntame que especialización vas a seguir.

Marco Antonio: Yo estoy pensando en pediatría.

Don Jorge: Ya veo. Serás de los doctores que quie…

Lucrecia interrumpe a su padre tratando de prevenir su comentario inapropiado.

Lucrecia: ¿Papi, sabes por quién vas a votar?

Lucrecia se da cuenta de lo que acaba de preguntar e inmediatamente se arrepiente de la frase que acaba de salir de su boca.

Don Jorge: Sí. La decisión fue fácil de tomar. Votaré por la señora López de Ríos ella es la única opción viable.

Marco Antonio: Veo que es usted un señor de fe, el crucifijo en la pared me lo dice.

Lucrecia toma de nuevo el antebrazo a Marco Antonio, para solicitarle que no continuara con ese tema de conversación.

Don Jorge: (Con orgullo) Así es. Soy cristiano; bautizado y confirmado. Ávido lector de la biblia.

Marco Antonio: Ya veo. Entonces los diez mandamientos son importantes para usted.

Don Jorge: (Explica como si fuera profesor instruyendo a su estudiante) El decálogo es uno de los pilares de mi creencia. Son mencionados en el nuevo y el viejo testamento. En el viejo aparecen en Deuteronomio, del capítulo 5 al 7, y en el Éxodo en el capítulo 34. Además, en el nuevo testamento aparecen en los libros Mateo, capítulos 10, 12 y 19; y en el Romanos capítulo 13. Y se pude inferir que hablan de los 10 mandamientos en los libros Romanos 2, Santiago 3, y Jeremías 31.

Marco Antonio: Sí claro. (Con entusiasmo inocente) Me gusta mucho el versículo 21 del capítulo 19 del libro de Mateo.

Voz fuera de escena lee el versículo:­ Mateo 19:21― Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

Marco Antonio: Creo que ese versículo no es muy leído desde el ambón. Lo siento contradictorio a las propuestas de López de Ríos. En particular la idea de restablecer al pena de muerte en Guatemala. No encaja contra el mandamiento: “no mataras”.

Don Jorge: (Explica como un fanático del futbol explica los errores de su equipo en el partido del domingo) Pero es que ella no se refiere a matar por matar. Se refiere a modificar la ley y que se les castigue hasta que ya no puedan a las personas que han sido juzgadas como culpables de haber cometido un crimen.

Lucrecia: (Frustrada) Con permiso.

Lucrecia se levanta de la mesa sin decir nada y se dirige a la cocina.

Marco Antonio: (Explica como si explicara un plan a ejecutar) El cambiar la ley con la intención de venganza es un pecado mortal, ya que la acción de venganza es pecado mortal. También son pecado mortales el simple hecho de desear la venganza y la ira. Dante Alighieri lo describe la ira de una manera muy elocuente: «el amor a la justicia pervertido por la venganza y el resentimiento».

Don Jorge: (Se toma la cabeza con la dos manos como si le empezara a doler) Espera un momento me estas causando una disonancia cognitiva.

Los actores se quedan quietos a media acción. Se baja la intensidad de la iluminación poco a poco hasta que el escenario esta completamente oscuro. Al centro del escenario aparece doña Marta y un foco la ilumina. Doña Marta: La disonancia cognitiva tiene tres posibles conclusiones. Una opción es negar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree. Otra opción es aceptar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree, pero continuar viviendo igual que antes por costumbre. Y la última opción aceptar la realidad. A continuación se presentan las tres conclusiones posibles de esta historia.

Final 2

Don Jorge: (Con voz de grandeza moral) Pero la religión es una guía moral y espiritual para los lideres políticos, ellos toman la vida de dios como un ejemplo a seguir.

Marco Antonio: (Incrédulo) No creo que eso sea tomado muy en serio por los políticos actuales.

Don Jorge: (Convincente) Desde que llegamos a la democracia hemos tenido a varios presidentes con una guía moral cristiana impecable. Y esto no es una cuestión nacional esto sucede alrededor del mundo. Todos estos presidentes siguen la vida de Jesús como un modelo para sus vidas.

Marco Antonio: (Como si le explicara a un menor) Estos presidentes dicen eso, pero en realidad no creo que sigan las enseñanzas de Jesús como una guía moral. Los veo designarse como deidades, pero no los veo compartir con los “impuros”. Los políticos de ahora se regocijan de estar con las elites, con los bienaventurados en la vida, pero nunca los vez en las páginas de los periódicos compartiendo con los que sufren las injusticias. Y es más, fue Jesús el que amenazaba el status quo del poder. En el tiempo de los romanos, los fariseos y los maestros de ley se ve a la cristiandad como una amenaza política. Juan 5, 8 y 10, cita que llaman a Jesús blasfemo, por autodenominarse el rey del judíos. Falta que en eso entonces era suficiente para castigarlo con la muerte. Pero la mera razón que esta detrás de esto es la amenaza al poder. Ellos estaban celosos de lo que había alcanzado Jesús, como lo cuentan los libros Marcos 15:10 y Mateo 27:18 . Y cuando Jesús llamó a los maestros de la ley y los fariseos hipócritas, como lo describe Mateo 23, les dio una oportunidad para actuar y llevarlo ante la Poncio Pilates. Claro, todo este período en la biblia esta lleno de contradicciones, pero de cualquier modo que se le vea los políticos de ahora no se comportan como la biblia dice que Jesús se comportaba con los más necesitados.

Don Jorge: (Honestamente considera interesante la propuesta, pero no otorga que el valor como guía moral de la iglesia) Interesante propuesta que presentas. Considero que tienes razón sobre los políticos que no se comportan Jesús, pero eso no niega que la religión es una guía moral.

Marco Antonio: (En tono conciliatorio) Ya lo dice el libro de los Romanos 13:10.

 Voz Fuera de escena lee «El amor es no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor».

Don Jorge: (Sin duda acepta lo que escucha pero eso no lo convence.) Sí. Sí. Entiendo lo que me dices pero aun no lo comparto.

Los actores se quedan quietos a media acción. Se baja la intensidad de la iluminación poco a poco hasta que el escenario esta completamente oscuro. Doña Marta entra en escena. Un foco la ilumina.

Doña Marta: Ve estos dos siguen y siguen con su alegato. Parecen dos simios somatándose el pecho. No parecen entender que es posible convivir y llevarse bien con alguien que tiene una forma de pensar completamente opuesta. Cuando van a aprender. Les daré otros 5 minutos para que se terminen de aburrir y luego llegamos a cambiar el tema.

 Doña Marta sale de la escena y las luces del escenario vuelven a prenderse.


Sobre «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa»

Una disonancia cognitiva, en breve, sucede cuando la manera de entender la realidad de una persona no concuerda con la realidad. Hay tres opciones posibles que el individuo toma al encontrarse ante la disonancia cognitiva. Una negación del punto de vista diferente. Un entendimiento del punto de vista opuesto a la percepción realidad, pero continúa actuando como si nada pasara. Por último, la aceptación de la nueva manera de entender la realidad. Un ejemplo de una disonancia cognitiva es la reacción de los niños al enterarse de la verdad sobre Santa Claus.

En el sketch teátrico «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» utilizó la disonancia cognitiva como un recurso literario que busca la convivencia de puntos de vistas opuestos.

Las otras versiones de «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» las puedes encontrar en estos enlaces después de su publicación: opción uno y opción tres.

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa – opción uno

mosaico de tres colores rojo, blanco y azul

Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa – opción uno

Un sketch teátrico politi-gio-coso (léase político-religioso-herético).


Escena: Esta es una conversación que sucedió durante la sobremesa del almuerzo, un domingo en familia. En la mesa empieza don Jorge y luego se le unen, Lucrecia, y Marco Antonio. Doña Marta esta en la cocina entra al final.

Don Jorge: Es el papá de Lucrecia y es un empresario con un punto de vista políticamente y religiosamente conservador.

Lucrecia: Es una estudiante de tercer año de medicina en la universidad pública y esta empezando a ver el mundo bajo otros ojos, aunque todavía tolera ciertas opiniones de su papá.

Marco Antonio: Es el novio de Lucrecia es también estudiante de medicina sin una ideología política definida o creencia religioso, pasa por un período de escepticismo filosófico.

Doña Marta: Es la esposa de don Jorge y madre de Lucrecia, ella entra y sale del comedor recogiendo los platos y al final con el postre y tazas para café.

Don Jorge: (Grita a la cocina llamando a la familia) Ya dejen allí que Marta se encargará después.

Marco Antonio y Lucrecia entran al comedor de la cocina y caminan hacia sus lugares en la mesa.

Lucrecia: No tenías porque ponerte a lavar los platos.

Marco Antonio: Bien que sí. Si yo no ayudé a preparar el almuerzo lo mínimo que puedo hacer ayudar a lavar los platos.

Lucrecia lo vio con ojos angelicales y le tomó del antebrazo.

Don Jorge: A ver Marco Antonio, cuéntame que especialización vas a seguir.

Marco Antonio: Yo estoy pensando en pediatría.

Don Jorge: Ya veo. Serás de los doctores que quie…

Lucrecia interrumpe a su padre tratando de prevenir su comentario inapropiado.

Lucrecia: ¿Papi, sabes por quién vas a votar?

Ahora Lucrecia se da cuenta de lo que acaba de preguntar e inmediatamente se arrepiente de la frase que acaba de salir de su boca.

Don Jorge: Sí. La decisión fue fácil de tomar. Votaré por la señora López de Ríos ella es la única opción viable.

Marco Antonio: Veo que es usted un señor de fe, el crucifijo en la pared me lo dice.

Lucrecia toma de nuevo el antebrazo a Marco Antonio, para solicitarle que no continuara con ese tema de conversación.

Don Jorge: (Con orgullo) Así es. Soy cristiano; bautizado y confirmado. Ávido lector de la biblia.

Marco Antonio: Ya veo. Entonces los diez mandamientos son importantes para usted.

Don Jorge: (Explica como si fuera profesor instruyendo a su estudiante) El decálogo es uno de los pilares de mi creencia. Son mencionados en el nuevo y el viejo testamento. En el viejo aparecen en Deuteronomio, del capítulo 5 al 7, y en el Éxodo en el capítulo 34. Además, en el nuevo testamento aparecen en los libros Mateo, capítulos 10, 12 y 19; y en el Romanos capítulo 13. Y se pude inferir que hablan de los 10 mandamientos en los libros Romanos 2, Santiago 3, y Jeremías 31.

Marco Antonio: Sí claro. (Con entusiasmo inocente) Me gusta mucho el versículo 21 del capítulo 19 del libro de Mateo.

Voz fuera de escena lee el versículo:­ Mateo 19:21― Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

Marco Antonio: Creo que ese versículo no es muy leído desde el ambón. Lo siento contradictorio a las propuestas de López de Ríos. En particular la idea de restablecer al pena de muerte en Guatemala. No encaja contra el mandamiento: “no mataras”.

Don Jorge: (Explica como un fanático del futbol explica los errores de su equipo en el partido del domingo) Pero es que ella no se refiere a matar por matar. Se refiere a modificar la ley y que se les castigue hasta que ya no puedan a las personas que han sido juzgadas como culpables de haber cometido un crimen.

Lucrecia: (Frustrada) Con permiso.

Lucrecia se levanta de la mesa sin decir nada y se dirige a la cocina.

Marco Antonio: (Explica como si explicara un plan a ejecutar) El cambiar la ley con la intención de venganza es un pecado mortal, ya que la acción de venganza es pecado mortal. También son pecado mortales el simple hecho de desear la venganza y la ira. Dante Alighieri lo describe la ira de una manera muy elocuente: «el amor a la justicia pervertido por la venganza y el resentimiento».

Don Jorge: (Se toma la cabeza con la dos manos como si le empezara a doler) Espera un momento me estas causando una disonancia cognitiva.

Los actores se quedan quietos a media acción. Se baja la intensidad de la iluminación poco a poco hasta que el escenario esta completamente oscuro. Al centro del escenario aparece doña Marta y un foco la ilumina. Doña Marta: La disonancia cognitiva tiene tres posibles conclusiones. Una opción es negar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree. Otra opción es aceptar que existe una discordancia entre la realidad y lo que uno cree, pero continuar viviendo igual que antes por costumbre. Y la última opción aceptar la realidad. A continuación se presentan las tres conclusiones posibles de esta historia.

Final opción uno

Don Jorge: (Claramente irritado) Mira muchacho no vengas con babosadas de literatura. Para mi los únicos libros que hay que leer son los de la biblia, desde el Génesis hasta la Apocalipsis de San Juan. Allí se encuentra la pura verdad. Inalterada. Simple.

Marco Antonio: (Retando a don Jorge) Ok. Hablemos de esta verdad pronunciada en la biblia. Esta verdad pura y simple verdad que usted menciona. Según el Génesis 1: 25 y 26, los animales fueron creados primero que los humanos y luego en mismo libro, pero ahora en el capítulo 2:19 habla que el humano fue creado primero. ¿Entonces cuál es esa verdad pura y simple de la que habla?

Don Jorge: (Un poco enfadado) Esa no es la correcta interpretación.

Marco Antonio: (Sigue retando a don Jorge) Entonces no es simple y pura la verdad.

Don Jorge: (Un poco más enfadado) No todos los pasajes de la biblia son iguales.

Marco Antonio: (Notando el enfado de don Jorge, Marco Antonio busca cambiar el tema) Hablando de pasajes, el pasaje que más me gusta es Romanos 13:10.

Voz Fuera de escena lee «El amor es no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor».  

Marco Antonio: ¿Y cuál es su pasaje preferido?

Don Jorge: (Claramente molesto) Dejémoslo ya.

Los actores se quedan quietos a media acción. Se baja la intensidad de la iluminación poco a poco hasta que el escenario esta completamente oscuro. Lucrecia entra en escena y un foco la ilumina.

Lucrecia: No lo puedo creer estos dos trogloditas siguen discutiendo. Quiero mucho a los dos pero hay veces que me dan ganas de darles un sopapo a los dos.

Lucrecia sale de la escena y las luces del escenario vuelven a prenderse.

 


Sobre «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa»

Una disonancia cognitiva, en breve, sucede cuando la manera de entender la realidad de una persona no concuerda con la realidad. Hay tres opciones posibles que el individuo toma al encontrarse ante la disonancia cognitiva. Una negación del punto de vista diferente. Un entendimiento del punto de vista opuesto a la percepción realidad, pero continúa actuando como si nada pasara. Por último, la aceptación de la nueva manera de entender la realidad. Un ejemplo de una disonancia cognitiva es la reacción de los niños al enterarse de la verdad sobre Santa Claus.

En el sketch teátrico «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» utilizó la disonancia cognitiva como un recurso literario que busca la convivencia de puntos de vistas opuestos.

Las otras versiones de «Una porción de disonancia cognitiva para la sobremesa» las puedes encontrar en estos enlaces después de su publicación: opción dos y opción tres

Sobre la serie «Historias sin futuro»

Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.

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