Tinta negra parte 3
El siguiente trabajo que Gavino y Bernarda encontraron fue en el hospital nacional de Quetzaltenango. De inmediato el número de operaciones para trasplante en el hospital aumentó de una cada dos meses a 10 al mes. Los pacientes beneficiados se multiplicaban por cada órgano que sacaban de la victima donante. En promedio lograban cosechar tres órganos transferibles y los otros los enviaban a las facultades de medicina para que fueran utilizados en operaciones de práctica.
Este crecimiento tan acelerado de trasplantes empezó a generar sospechas dentro de la comunidad de salubristas. Al mismo tiempo la corriente de opiniones favorables alzó su voz sumergiendo las voces criticas. Eran un mar de elogios y adulaciones dirigidos al hospital y a Gavino.
Los problemas serios empezaron cuando familiares de un pastor reclamaron ante el Ministerio Público la extracción de los órganos de su familiar. Según planteaban la denuncia: «Él nunca hubiese autorizado semejante proceso. Se lo prohibía su iglesia».
Los medios de comunicación le pusieron atención a la denuncia. Ellos olían la noticia jugosa. La muchedumbre de reporteros que custodiaban las entradas del hospital presionaron a Gavino a que comentara ante las cámaras y grabadoras. No le quedaba más que repetir y repetir: «Puedo garantizar que se han seguido todos los pasos requeridos por el protocolo internacional para trasplantes de órganos». Ante Bernarda, Gavino daba otra explicación: «No sabía que él era un pastor. Su cara estaba toda hinchada y amoratada. No tenía manera de saber quien era».
La situación se complicó aún más cuando los medios se enteraron de que el pastor había sido atacado a pedradas por una turba que lo acorraló en un callejón. Según testigos presenciales la turba lo acusaba de pedofilia. Los medios explotaron esta información y causaron un revuelto con sus columnas de opinión y sus titulares sensacionalistas.
El titular de uno de los periódicos de mayor circulación leía: «¿Quién en su sano juicio quisiera recibir los órganos de un pedófilo?». Los titulares claramente estaban ignorando los preceptos de presunción de inocencia. La noticia instaba al debate porque era un acertijo moral con tres vueltas. El «buen» doctor, haciendo algo inmoral, extrayéndole los órganos al «villano» del pastor, quien supuestamente era bueno. Y los órganos eran usados para salvarle las vidas a desconocidos que no sabían la procedencia de ellos.
Sobre Tinta negra parte 3
En esta entrega de Tinta negra es donde se presenta el mero problema de la historia. Además, es donde presento al lector la trama de la historia: «el acertijo moral con tres vueltas».
Una vez esten publicadas puedes encontrar otras partes de la historia aquí: parte 1, parte 2, parte 4 y parte 5.
Sobre la serie «Historias sin futuro»
Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.
Si quieres descargar Hojarasca, el chapbook de Febrero pincha aquí.
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