El recetario parte 2
Las incesables opiniones, ridiculizando a los artistas, por parte de las dos familias envenenaron las raíces de la creatividad de Marlon. En el espacio de unos meses, Marlon se había transformado de un artista con potencial a un vendedor de sala ahogado en el día a día.
Hacerse de amistades con sus colegas le fue imposible. Lo miraban con cierto recelo por ser el yerno del dueño. Con sus amigos del colegio perdió la conexión cuando se fueron estudiar al extranjero. Los años pasaron y el aislamiento de Marlon fue creciendo conforme avanzaba artificialmente dentro de la empresa de su suegro.
La idea de engañar a Érica con otra mujer se le había cruzado la cabeza, pero no con la intención de hacerlo, sino en reflexión a su imposibilidad de hacerlo. A Marlon desde pequeño le inyectaron en los huesos la idea de lealtad. Un principio inquebrantable que era más que él, que formaba parte de su ser, su nombre, su historia y su familia. Traicionar a Érica estaba fuera de la lista de posibilidades.
Un noche, mientras revisaba las noticias por internet se topó con un estudio realizado por un consorcio de universidades estadounidenses. La investigación mostraba la relación entre grasas saturadas, sal, presión arterial y su conexión con la alta incidencia de ataques cardíacos. El artículo indicaba que personas que consumían altos niveles de grasas saturadas y sal tenían una presión arterial alta y lo relacionaban con personas que padecieron un ataque cardíaco. A Marlon le pareció interesante el artículo pero no fue hasta que puso su computadora a la par de un libro de cocina que se le ocurrió la idea. Marlon se dio cuenta de potencial beneficio de combinar los resultados del artículo y la cocina. Desde ese momento él sería el único que cocinara para Érica en la casa.
Decidido empezar esa misma noche. Se dirigió a la cocina y respetuosamente le explicó a Lucía, la cocinera, que de hoy en adelante él se encargaría de preparar las comidas de Érica. La cara de Lucía cambio de colores mientras escuchaba las palabras de Marlon. Ella temía a que la palabra «despedida» saliera de la boca de Marlon. Marlon reaccionó al ver su cara, le puso la mano en el hombro y le dijo: «usted quédese tranquila, que todavía hay que cocinarle a Jesús y Olga. Además, las compras del supermercado serán más complicadas y le pediré su colaboración cuando tengamos invitados».
Sobre «El recetario»
Este cuento mezcla una de las cosas que más me gusta hacer, cocinar, y la realización de lo que sucede cuando por «estar ocupado» no cuido lo que como. Me di cuenta que lo yo estaba comiendo, y que no lo cocinaba yo, me estaba matando. Esta realización fue la idea que causo la nucleación del resto de la historia.
Las otras entradas son estas:
El recetario parte 9, final
El recetario parte 8
El recetario parte 7
El recetario parte 6
El recetario parte 5
El recetario parte 4
El recetario parte 3
El recetario parte 2
El recetario parte 1
Sobre la serie «Historias sin futuro»
Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.
Si quieres descargar Hojarasca, el chapbook de Febrero pincha aquí.
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