Tinta negra parte cuatro
Bernarda y Gavino sabía que sus acciones iban a llamar la atención y que necesitarían a un buen abogado. Desde que se enteraron que el papá de Ignacio, el abogado que logró sacar de prisión al presidente corrupto, necesitaba un trasplante de cornea se comunicaron con el directamente. Con las nuevas corneas el papá de Ignacio pudo ver a sus nietos por primera vez. Esto fue suficiente para que Ignacio estuviera en deuda con Bernarda y Gavino de por vida.
A pesar de que el caso se fue a juicio Bernarda y Gavino continuaron contribuyendo pacientes involuntarios a la lista de donadores. Por consejo del abogado, al enterarse de que Gavino era mencionado en la denuncia, Gavino fue a visitar al juez que llevaba el caso. De buena fe y ante los reporteros, Gavino se puso a la disposición del juez. La idea era crear una buena imagen de Gavino ante los medios para que no sospecharan nada de él cuando saliera en libertad. O como lo puso Ignacio: «le estás ayudando al juez a que sea más favorable con vos». El juez le otorgó una medida sustitutiva a Gavino, permitiéndole practicar medicina mientras el caso continuaba en los tribunales. Según el juez: «Se necesitan a todos los médicos hábiles para atender la alta demanda de la población». También ayudó que el abogado de Gavino le diera una mordida al juez.
Gavino y Bernarda, teniendo la presión del caso encima, reconocían que esta podría ser su última oportunidad para salvar vidas y se dedicaron a trabajar con mayor intensidad que antes. Durante sus turnos era casi que garantizado que el paciente que llegara en mal estado se convertiría en donante de órganos. Los únicos que se salvaban era las personas con enfermedades contagiosas o con órganos en mal estado. Incluso los órganos en estados no óptimos se iban a las facultades de medicina destinados a ser órganos de enseñanza.
El proceso judicial llegó a cumplir tres años y no había señales de que terminara pronto. La cosecha de órganos fue tan productiva que empezó a tener consecuencias que iban más a allá de un listado de pacientes con nuevos órganos. El excedente de órganos causó presión para que se firmara el acuerdo internacional que permitían el traslado de órganos a través de fronteras; aumentando el número de beneficiarios. El número de cirujanos que tuvieron un adiestramiento decente con trasplantes aumentó a 143; logrado expandir equipos de receptores y extractores de órganos a todos los hospitales mayores del país. Los mejores doctores empezaron a ser llamados a trabajar en hospitales extranjeros. El último beneficio obtenido por los esfuerzos de Gavino y Bernarda fue la reducción en la espera para recibir órganos. Antes un paciente podía tardar varios meses en la lista, ahora solo esperaban pocos días.
La madeja del proceso judicial estaba tan enmarañada que el proceso fue olvidado por los medios de comunicación. El Ministerio Público no podía demostrar si alguien había alterado el historial medico del pastor. Solo se contaba con pequeño cheque dentro de una caja en el formulario. El análisis químico de la tinta indicaba que era la misma tinta negra que usaban en el hospital. Esta dejaba la investigación inconclusa. No le quedó más opción al juez que concluir el juicio y declarar el caso suspendido por falta de evidencia.
Sobre Tinta negra parte cuatro
La trama de la historia se resuelve gracias a la ayuda de Ignacio, el abogado. Esta es la parte que da el nombre al cuento, Tinta negra. Es un pequeño detalle pero es necesario para resolver el problema.
Una vez esten publicadas puedes encontrar otras partes de la historia aquí: parte 1, parte 2, parte 3 y parte 5.
Sobre la serie «Historias sin futuro»
Para marzo del 2018 les traigo la serie «Historias sin futuro». Una colección de narraciones cortas que describen a personas o situaciones. Estas narraciones las empecé a escribir con la intención de practicar, de ejercitar los músculos creativos y generar un proceso con la esperanza de que se convierta en hábito. Les agradezco su visita y como lo he hice con los post de enero y febrero voy a recopilarlos en un chapbook para que ustedes puedan descargar.
Si quieres descargar Hojarasca, el chapbook de Febrero pincha aquí.
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